La Leishmaniosis es una enfermedad causada por un parásito sanguíneo llamado Leishmania. Se transmite a través de una especie concreta de insecto, Flebotomo, que el parásito necesita para pasar de un perro enfermo a uno sano. Los gatos raramente son afectados. Este insecto acostumbra a vivir en zonas húmedas, donde se reproduce (desde la primavera al otoño, cuando las temperaturas son más agradables). Dadas las características del clima mediterráneo, está extendido por nuestra geografía, lo que facilita el contagio de la Leishmaniosis.

Esta enfermedad puede afectar a cualquier perro, sin importar la raza o la edad, y se encuentran casos tanto en zonas rurales como en ciudades, aunque es cierto que la proximidad de áreas donde el mosquito puede vivir (campo, zonas boscosas, parques y jardines) puede incrementar las posibilidades de entrar en contacto.

Es una enfermedad que se presenta de muchas maneras diferentes. Desde TUS VETERINARIOS MARY PAZ Y OSCAR te contamos las más comunes: 

  • Problemas de piel: alopecias alrededor de los ojos/orejas/hocico, caspa, mala calidad del pelaje, o uñas excesivamente largas.
  • Cicatrización: pequeñas heridas que nunca acaban de cerrar bien, úlceras o sangrado de la nariz.
  • Sangre: anemia (encías pálidas)
  • Riñones: a veces se acompaña de una insuficiencia renal, hecho que dificulta el tratamiento y añade síntomas al cuadro, como puede ser el aumento del consumo de agua y la micción.
  • Artritis: puede producir cojeras.
  • Ojos: inflamación de la cámara anterior del ojo.

El diagnóstico por lo general es rápido mediante un test rápido de sangre. Solo en algunos casos complicados se pueden obtener falsos negativos en este test (perros que, aún portando la infección, el test da negativo) por lo que si se sigue sospechando de leishmania, se requieren pruebas adicionales como obtención de médula ósea o PCR. A menudo, cuando una enfermedad no evoluciona favorablemente con el tratamiento habitual, o recidiva sin motivo aparente, se sospecha de la existencia de Leishmaniosis detrás del cuadro.

En tus veterinarios con el plan salud incluimos la analítica para ver si tu mascota padece la enfermedad en 15 minutos. En muchas ocasiones presentan síntomas leves casi imperceptibles o son asintomáticos por lo que preferimos adelantarnos a la enfermedad. Es algo en lo que en Tus Veterinarios hacemos mucho hincapié por su alta prevalencia.

Una vez infectado, se considera que el parásito no se elimina del cuerpo, a pesar de poder eliminar los síntomas de enfermedad. Por ello, es necesario que un perro que la ha sufrido continúe con chequeos y análisis periódicos con el fin de detectar de forma precoz un posible rebrote. De este modo, podemos gozar de una mascota feliz durante mucho tiempo.

Medidas de prevención contra la leishmaniosis canina

A pesar de los esfuerzos, en un porcentaje de casos que no se cogen a tiempo o se complican con un fallo renal, la recuperación es más difícil. Tras el tratamiento inicial, pasamos a un tratamiento de mantenimiento, junto a revisiones periódicas para asegurarnos de que todo va bien y que no hay una recaída. Porque desafortunadamente, la medicación no elimina el parásito completamente; este crea formas de resistencia que permanecen latentes y pueden eclosionar con el tiempo, por ejemplo, aprovechando una bajada de las defensas por otra enfermedad o por estrés.

Hay ciertas medidas preventivas que ayudan a evitar el contagio:

  • Collar repelente de mosquitos (no todos los collares anti mosquitos sirven como repelente del flebotomo).
  • Evitar paseos cerca de las áreas con charcos o agua estancada, desde el atardecer hasta la mañana, cuando no hace tanto calor y el mosquito es más activo.

Y medidas para reducir la posibilidad de sufrir enfermedad en el caso de ser infectado:

  • Vacunación contra la leishmania.
  • Jarabe inmunomodulador.

En caso de sospechar que tu mascota puede haberse contagiado de esta enfermedad, te aconsejamos concertar cuanto antes una visita con nuestra Clínica para realizar un examen. Muchas veces, los propietarios notan que está perdiendo peso aunque comen bien, una ligera diarrea, intolerancia al ejercicio o que tiene mal aspecto en general (pelaje seco, color mate y apagado, caspa). Con una exploración, se determinará si hace falta realizar más pruebas complementarias para descartar este proceso.

Aunque la enfermedad es grave, un tratamiento adecuado y a tiempo puede combatir el parásito y solo tendremos que revisar a tu perro cada cierto tiempo. En muchos pacientes, pasa a ser una enfermedad crónica con la que se convive. No dudes en contactar con nosotros para asesorarte.

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